“Viértase en una
licuadora...
A Pemex no le falta
dinero, como se repite. Lo gasta mal.
Nuestro actual Congreso
tiene una infalible receta para legislar. Tomar un poco del PAN y del PRD, un
pedazo del PRI y una pizca del Verde, para luego mezclarlo en una licuadora.
Así han salido todo tipo de menjurjes llenos de contradicciones, como la
Reforma de Telecomunicaciones o la Electoral.
Sería una traición a la
patria quedarnos con un marco constitucional hecho para las necesidades de los
años treinta y cincuenta del siglo pasado, cuando teníamos una economía cerrada
y un sistema político autoritario.
No es cuestión de
aventarle más recursos a Pemex o darle autonomía para que los desperdicie peor.
La paradoja es que, en
procesos de apertura como los de Colombia y Brasil, la empresa del Estado crece
y mejora después de las reformas y sigue siendo por mucho la más grande en su
país, sólo que ya no es la única.
A quienes les importe el
futuro del país, AHORA se trata de presionar para que esta compleja reforma sea
adecuadamente aterrizada por un gobierno que ha mostrado en este año una gran
capacidad de reforma, PERO una menor capacidad de administración”
Carlos Elizondo
La revolución que nos urge
Sociedad
Educada para el Siglo XXI
Emprendedora
Y Comprometida
Maquiavelo, el misterio
de la claridad
Hace 500 años
apareció ‘El príncipe’, que alguna vez ha sido considerado el origen doctrinal
de las tiranías modernas.
Pero lo que quiso su autor fue conocer “la verdad
efectiva” del poder
Y no dar una visión idealizada
Hace
hoy quinientos años, Nicolás
Maquiavelo anunciaba a su amigo Francesco Vettori haber redactado “un
opúsculo”, De principatibus, donde profundiza cuanto puede en “las reflexiones
sobre esta cuestión, discutiendo en él qué es principado, de qué especie son,
como se adquieren, como se conservan, porqué se pierden”.
El marco histórico italiano favorecía la preocupación por el
tema, con una sucesión de interminables conflictos por el poder, agudizados a
partir de la entrada en la península de Carlos VIII de Francia.
Conquistas pasajeras, alianzas variables,
deposiciones y asesinatos políticos componían un cuadro de constantes
mutaciones en el cual destacaba la figura de Cesar Borgia.
Había sido este capaz de imponerse por un
tiempo como “príncipe nuevo” en ese juego de múltiples contendientes y suma
cero, sobre el cual incidían además otros dos poderosos jugadores, Francia y
España.
Al clima de permanente inseguridad se sumaba
la circunstancia individual de Maquiavelo, que había sido encarcelado tras la
caída de la República de Florencia en 1512 y hallándose, en sus propias
palabras, al borde de la pobreza.
Con su
obra esperaba la protección de los Medici, vueltos al poder.
Como
repetidamente se ha escrito, la descarnada exposición de la lógica de lucha por el
poder en El príncipe, alejada de todo condicionamiento moral y religioso,
convirtió al libro en manual para un posible ejercicio del poder violento e
inmoral.
No en vano es interminable la lista de sus
discípulos, desde Napoleón a Mussolini, sin olvidar al dictador congolés
Mobutu.
Sobre la base de una concepción pesimista de
la naturaleza humana, y utilizando un método experimental y racionalista,
Maquiavelo fue a parar a “la exaltación de la voluntad humana y de los valores
de la acción”.
Los
grandes dictadores del siglo XX estarían ahí prefigurados.
Los hombres son desleales e inclinados al mal, y los
gobernantes no pueden ignorarlo
Sería absurdo ver en Maquiavelo solo una fuente de perversiones políticas
por atenerse a “la verdad efectiva".
Otra cosa es reconocer la existencia de legados opuestos atendiendo a las
dos vertientes principales de su pensamiento, la que utilizarán los tiranos y
la republicana.
Y no son las únicas.
Ahí está la
reivindicación del amor y del humor en
su comedia La mandrágora,
“Porque la vida es breve, y muchas son las
penas que viviendo y esforzándose cada uno soporta”
Parafraseando a Montesquieu, son dos tipos de gobierno y si en los
principados el principio del gobierno es la virtud del príncipe, en las
repúblicas lo sería el patriotismo:
“La
entrega a la patria es el mayor honor para un hombre”.
Y ello requiere en el orden económico
la igualdad, en tanto que la desigualdad resulta incompatible con las
repúblicas y es la base del principado.
Antonio
Elorza
Catedrático
de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid.
Y… ¿Ud. qué Opina?
Participa Positivamente….
Tú Decides Lo Que Sigue… Para México
Be Glocal
Esta Opinión contiene notas publicadas en los
principales medios nacionales e internacionales, de las cuales son responsables
únicamente los autores
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